Prana Blog
Un blog de José Manuel Martínez Sánchez
Introducción El sistema o método de curación natural Reiki fue redescubierto por Mikao Usui y consiste en la canalización de la energía universal (rei) por medio de nuestra energía vital (ki). La canalización puede ser a través de las manos (primer nivel) o a distancia (siguientes niveles) y nos proporciona una excelente herramienta tanto para la autosanación y la sanación de otros. Desde una perspectiva física, comprendemos que la energía es calor, y al aplicar este calor a través de las manos (tras ser iniciados en Reiki) aportamos un beneficio terapéutico muy efectivo para la persona. No obstante, también se actúa en los planos mental, emocional y espiritual, por lo que una sesión de Reiki aporta un completo tratamiento a todos los niveles en su conjunto, de forma integral. Además de un método de curación, Reiki también es un camino espiritual, donde el practicante es iniciado por un maestro (siguiendo la tradición oriental) comprendiendo que hay que sanarse a uno mismo si se desea sanar a otros y que la llave de este camino es la práctica continua y la comprensión del amor universal como principio cósmico de la energía y, con ello, de la vida misma. Pero Reiki, es, ante todo, un método práctico, una herramienta abierta a todo el que desee usarla, sin religiones ni creencias preconcebidas, teniendo siempre en cuenta que el ser humano es esencialmente libre y responsable en su camino vital y espiritual.
Reiki es un tesoro cuya llave para abrirlo está en nuestras manos, posándolas en nuestro ser la energía nos sana inteligentemente, con su sabio amor. Es una ofrenda a la vida, la ofrenda de quien se siente agradecido por el regalo que la vida le ha dado. Vivimos la experiencia de la sanación, del ser volviendo a su ser, la experiencia de la vida gestándose en su armonía coordinante. Esta energía que sentimos, en la que fluimos y por la que nos adentramos, es la misma que sustenta a todo el universo, al espíritu de la Conciencia. Al recibir la energía, al dárnosla, en esa receptividad generosa, sincronizamos con el ritmo natural que es causa y efecto de toda existencia. Cooperamos con la luz que circunda el mundo, viajamos en ella, en una sinergia que es principio activo de todo entendimiento espiritual de lo que somos. Reiki es la energía vital espiritualizándose, tomando consciencia de su ser, haciéndose una con toda la Creación. Y en el claro latir de su esencia vemos la dicha que de ella brota, al sentirla. Mikao Usui El fundador del método Usui de curación natural (Usui Shiki Ryoho), REIKI, fue Mikao Usui, nacido en Japón el 15 de agosto de 1865. Es así por lo que llamamos REIKI USUI al método original de Reiki trasmitido directamente, de maestro a alumno, desde el propio Mikao Usui. Como escribe Hiroshi Doi: “Para ser considerado como Reiki estilo Usui, debe reconocerse a Mikao Usui Sensei como su fundador”. Ya de muy pequeño (con cuatro años) ingresó en un monasterio Tendai (una rama del budismo zen) en el que permaneció varios años. (Cabe apuntar que hay muchas leyendas en torno a su vida, ya que no se conoce documentalmente la mayor parte de su biografía). Se asegura que debió de aprender Chikung, técnica con aspectos semejantes al Reiki. También se interesó y practicó el budismo vajrayana de la secta Shingon, la cual usaba una técnica de curación (Kaji) también parecida al método que él posteriormente fundaría (Reiki). Estos datos nos sirven para apreciar su cercanía e interés por la espiritualidad y la meditación, las energías y la sanación. Tuvo una gran vocación por el conocimiento, lo cual le llevó a estudiar a parte del budismo, el cristianismo y otras religiones así como medicina, historia, psicología, etc. Hay quienes le sitúan como un monje y otros como alguien que llevaba una vida sagrada pero en un entorno ordinario, es decir, como una persona normal, algo que incluso él proclamaba como necesario para la vida moderna que se iba avecinando a principios del siglo XX. Un dato importante es que Usui buscaba enérgicamente el estado de paz profunda e inconmensurable, Anshin Ritsumei. Lo más importante, a mi entender, de toda esta historia, es lo que prosigue. Se dice que alguien le preguntó a Usui por el método de sanación por imposición de manos, si era posible y cómo se hacía, citando el ejemplo paradigmático de Jesucristo. Mikao Usui no pudo responder a esa pregunta, a la cual dedicó un enorme tiempo para reflexionar e investigar. Buscó en documentos distintos, cristianos entre ellos, pero unos sutras budistas tibetanos arrojaron gran luz sobre el asunto. Ahí se describía una técnica que concordaba perfectamente con lo que andaba buscando, un método natural de sanación energética por imposición de manos y a distancia. Sin embargo este método requería de una iniciación y sospechó que la cadena de transmisión de la enseñanza se había perdido ya que los documentos eran de hace varios siglos. Con el fin de meditar, ayunar e indagar dentro de sí, en 1922 Usui decidió, como es tradicional allí, subir al monte Kurama durante 21 días, con el fin de encontrar respuestas o una luz espiritual que calmara y colmara su espíritu. Su meditación fue normal, tranquila, pero no pasó nada hasta el día 21. Ese día nació, o renació, el Reiki. Mikao Usui llegó a satori o estado de trascendencia, en el cual una luz brillante situada en su entrecejo le mostró los símbolos y se le inició en ellos, equilibrando y armonizando sus chakras y sistema energético. Fue iniciado por la propia Energía Universal, y desde ese día se convirtió en una canal de Reiki y en alguien facultado para iniciar a otros siguiendo las enseñanzas de trasmisión que el mismo aprendió directamente durante su experiencia trascendental. Usui, por tanto, llevaba a cabo Denju para las iniciaciones, transmisión de energía y conocimiento, mediante una técnica concreta, Reiju, lo que llamamos “sintonización”. En sus iniciaciones incluía una técnica principal de purificación energética (Hatsurei-ho), sus cinco principios de Reiki, tres símbolos de Reiki, unos poemas del emperador Meji que Usui aconsejaba para enriquecer el espíritu, así como la enseñanza de otras técnicas y aplicaciones de sanación mediante Reiki. Usui llegó a formar a 21 maestros, cuya finalidad, además de la capacidad de canalización energética para la sanación, era su despertar y desarrollo espiritual, el satori perfecto, nirvana o iluminación. En abril de 1922 fundó la Usui Reiki Ryoho Gakkai (Sociedad Usui del Método Reiki), año en el que fundó su propia clínica para tratar e iniciar en Reiki. Tan sólo contó con cuatro años, sin duda intensos y fructuosos, para dar a conocer y propagar la práctica del Reiki. Muere el 9 de marzo de 1926. Los cinco principios Reiki de Mikao Usui Estos consejos o principios nos fueron legados por Mikao Usui con el fin de enriquecer nuestro desarrollo personal. Son los llamados ‘cinco principios Reiki’: 1. Sólo por hoy no te enfades 2. Sólo por hoy no te preocupes 3. Sólo por hoy sé agradecido 4. Sólo por hoy trabaja honradamente 5.Sólo por hoy sé amable con todos los seres Nivel 1 Para empezar a canalizar con el Reiki tan sólo hemos de ser iniciados por un maestro, quien activará nuestra capacidad canalizadora, esencial e implícita en nosotros, de la energía universal, al tiempo que equilibrará nuestros chakras con el fin de que podamos dar reiki de una forma más fluida. Una vez que somos iniciados es de suma importancia empezar a usar Reiki para nosotros, es decir, hacer el llamado ‘autotratamiento de los 21 días’, así seremos, nuestro cuerpo, el instrumento de trabajo a la vez que nos beneficiaremos de un tratamiento energético que abre paso a una experiencia nueva e íntima con el Reiki. El Nivel 1 es llamado el ‘nivel físico’, ya que la manera de canalizar la energía es con nuestras manos y en contacto físico con la zona que queremos tratar. Usar Reiki es tan sensillo como poner las manos en el lugar donde deseamos nutrirlo de energía. No tenemos que hacer nada, la energía –inteligentemente- lleva a cabo todo el proceso. Es frecuente, después o durante la iniciación, sentir un calor inusual en las manos, agradable y extraño. Ello se debe a la apertura de los chakras y de los canales de energía de las manos, lo que sentimos es la sensación de la energía, como calor, alrededor de nuestras manos. Este calor es beneficioso por sí mismo y es indicador de que la energía está actuando. No obstante, no sentirlo no quiere decir que no está actuando la energía, que percibamos o no ciertas cosas no quiere decir que éstas no estén teniendo lugar. A medida que avanzamos en el Reiki nuestra sensibilidad y capacidad perceptiva aumenta, estando más receptivos a este tipo de cosas, muy sutiles e intuitivas. Una sesión de Reiki aporta multitud de beneficios. Nunca tiene efectos secundarios adversos. El Reiki activa el proceso autocurativo de la persona, es decir, ayuda a equilibrar el organismo y a que éste trabaje de forma natural y saludable por sí solo. No hay sanador, tan sólo sanación. ¿Qué es lo que sana? La visión de las terapias naturales es integradora, luego hemos de entender que sana la persona en sus múltiples aspectos, dependiendo de cada caso y dolencia. Lo que es fundamental es saber que la sanación real va directa a la causa, al origen del problema y siempre lo que está sanando de forma global es el Ser o el Alma en general, o dicho de otro, haciéndose consciente de su naturaleza real: la salud, la vida y el amor. Por ello se dice que la esencia del Reiki es Amor, que éste es el gran secreto de su valor. Pues donde hay amor hay vida y salud, alegría y crecimiento, equilibrio y bienestar. Y, sin duda, estos beneficios solamente pueden esclarecerse a medida que crezca nuestra práctica, que experimentemos la Energía y empecemos a sentir desde la primera sesión la vivencia de poner las manos sobre el cuerpo permitiendo que la Energía Reiki trabaje en nosotros. A menudo surgen preguntas como ¿qué tengo que sentir?, ¿qué tiene ocurrir?, etc. No tiene que ocurrir nada especial ni en concreto, incluso puede que no sintamos nada. Cada persona lo vivirá a su modo y según el momento, un día puede estar más receptivo y otro menos. Lo que tenemos que tener claro es que todo ello son sensaciones y percepciones que para nada indican exactamente la calidad de una sesión de Reiki. Sólo con poner las manos la energía ya está pasando a nosotros o la persona receptora. Reiki siempre funciona. Podemos tener esa confianza y relajarnos durante la sesión, solamente entregarnos al proceso de sanación, que está teniendo lugar, independientemente de si lo notemos más o menos. A veces la sanación es muy sutil e interna y ni siquiera nos damos cuenta de aspectos que sanan de nosotros muy arraigamos en el subconciente y sólo con el paso del tiempo y con cierta perspectiva vemos los profundos cambios positivos que han tenido lugar en nosotros; en otros casos la sanación puede ser más evidente, pueden tenerse sensaciones muy intensas, incluso lloros, risas, temblores, procesos de catarsis, etc. En cada persona la vivencia será la suya propia y es aconsejable dejarse llevar, tener confianza, pues la energía siempre actuará para nuestro mayor bien en todo momento, sin excepción alguna. Reiki es una preciosa oportunidad para contactar con nosotros -con nuestro interior- y entablar una íntima y dedicada relación con el ser que somos. ¿Cómo se canaliza? No hay nada más sencillo como la canalización de Reiki. Todos los seres somos canales naturales, luego no es algo artificial que se fabrique en una iniciación de Reiki, sino que a través de ella únicamente recordamos espiritualmente nuestra capacidad canalizadora. Se puede canalizar tanto a distancia como a través del contacto físico. En el primer nivel de Reiki, como dijimos, se canaliza a través de las manos, y en los siguientes niveles, se aprende a canalizar a distancia. Canalizar es permitir que la energía universal (rei) pase a través nuestro y sea dirigida bien a nosotros mismos o a otros (ki). Por medio de las manos la energía sale hacia el foco donde estas tengan el contacto, bien a una zona del cuerpo, una flor, una piedra, un gato, etc. Como todo es energía, todo puede beneficiarse y nutrirse de la energía universal. Por ello decimos que el terapeuta Reiki es un canal de la energía, no es su propia energía la que envía, sino que es la energía universal, pura y total, la que pasa a través del terapeuta. En un curso de Reiki, el gran objetivo, por tanto, es poner en movimiento, abrir o reactivar, ese canal intrínseco en nosotros, como si dijéramos: un músculo que nunca antes habíamos usado. La canalización de la energía puede variar en cantidad, pero nunca en calidad.Esta energía siempre es la misma, esa fuente de vida, esencia y origen de todo, luego no puede decirse que se canaliza una energía mejor o peor, más turbia o más clara ni nada de eso. No obstante, cierto es que el paso de la energía, el propio canal, puede estar más abierto o más cerrado, lo que hará variar el flujo de la energía, de un terapeuta a otro o en un momento u otro. Factores: -La práctica del terapeuta. Al igual que cualquier deporte, técnica o arte, la práctica constante y regular fomentará un canal más abierto. -Diferentes momentos del día. Cada persona tiene momentos más receptivos o menos abiertos a la energía según su propio carácter energético individual (biotipo). -Ánimo. Un estado de ánimo triste o depresivo se caracteriza por un cuerpo energético ciertamente bloqueado, lo que influye en el canal. -Estado interior sosegado/meditativo. Este factor será especialmente positivo. -Etc. Conviene repetir que estos factores, u otros cualesquiera no señalados aquí, influirán en la cantidad, intensidad o flujo de energía canalizada, pero no en su calidad en ningún caso. ¿Cuál es la función del canalizador? El canalizador es un vehículo, un instrumento por el cual pasará la energía de sanación. Transcribo a continuación unas palabras de Osho que describen perfectamente esta cuestión: “El sanador no es realmente sanador porque no es él quien actúa. La sanación ocurre a través suyo, él sólo tiene que desaparecer, el sanador es el Todo… Acércate con humildad. Siente una profunda reverencia por el paciente. Y mientras lo estás tratando, conviértete en un vehículo para que la Energía Divina fluya a través de ti y alcance al paciente. El paciente está enfermo, lo que significa que no puede conectar con lo divino. Se ha separado. Ha olvidado el lenguaje de cómo sanarse a sí mismo”. Dice Osho que el paciente “ha olvidado el lenguaje de cómo sanarse a sí mismo”. Este es precisamente el trabajo que realiza la energía, recordar al cuerpo-mente-espíritu que forma parte de un Todo, que no está separado sino que está unido a la Energía. La energía vital individual (ki) conecta con la Energía Divina (rei) y empieza a recordar (se reconecta con) su identidad absoluta e integrada. El ego trasciende hacia el Ser. Entonces ocurre la sanación. ¿Dónde se aplica la canalización? En el primer nivel, como se ha apuntado, la canalización Reiki requiere del contacto físico, tanto a nosotros mismos, como a otras personas, animales, plantas u objetos. En todos los casos el cuerpo que recibe Reiki es nutrido de la energía vital universal. Existen diversos protocolos o tratamientos para la aplicación de Reiki, como veremos más tarde. En general, al tratar a una persona, se suele, bien: 1. Imponer las manos del terapeuta en la zona afectada 2. Imponer las manos de una forma intuitiva en la zona o zonas donde sintamos es necesaria la aplicación de Reiki 3. O realizando un tratamiento completo/integral que consistiría en aplicar Reiki de forma proporcional alrededor de todo el cuerpo. Este tipo de sesiones suelen durar de 30 minutos a una hora, estando de tres a cinco minutos en cada posición. Sesiones y tratamientos En todos los casos hemos de diferenciar entre lo que sería una sesión de Reiki o untratamiento*, y éste último puede ser básico o completo. 1. Sesión de Reiki puntual. Una sola sesión de Reiki, de forma aislada, siempre trae numerosos beneficios, aliviando un dolor puntual, estado emocional, etc. Estas sesiones pueden durar desde un tiempo muy breve (Por ejemplo 5 minutos) hasta el tiempo que deseemos estar (media hora, una hora, etc.) Sin embargo, si deseamos hacer un trabajo a un nivel más profundo deberemos efectuar varias sesiones a lo largo de un tiempo. Esto sería el: 2. Tratamiento básico. Estos tratamientos suelen ser de un mínimo de cuatros sesiones alternadas en distintos días o semanas (una sesión a la semana, p.ej.). Aquí ya hacemos un trabajo más intenso, pues espaciando y dando continuidad al proceso de sanación, en cada sesión la energía (inteligente) dispone de tiempo para ir haciendo consciente al cuerpo de sus mecanismos de autocuración. Vamos hacia la sanación de la causa y no sólo al tratamiento de los síntomas o efectos. Por tanto, en este camino gradual, una continuidad todavía más extensa sería un: 3. Tratamiento completo. Que incluiría lo dicho en el punto anterior, pero con mayor profundidad en la sanación y mayor extensión en el tiempo, yendo directamente hacia la causa del problema, o, no es necesario que haya problema o enfermedad para usar Reiki, hacia un estado de mayor armonía y bienestar de raíz profunda y duradera. Estos tratamientos sueles durar desde varios meses a un año, o toda la vida. Por ejemplo, una sesión a la semana, durante tres o seis meses. Además, las sesiones, según requerimientos o necesidades varias, se pueden ir espaciando o acercando. Bien hacer una cada día, pasar a una cada dos días, una a la semana, una cada dos semanas, etc. Ejemplo de tratamiento completo de tres o seis meses 1. Empezamos dando una sesión al día cada dos o tres días durante un mes o dos 2. Pasamos a una sesión a la semana durante un mes o dos 3. Una sesión cada quinte días durante un mes o dos *Cabe apuntar que estos tratamientos descritos son para realizar a otras personas. Para nosotros mismos la práctica del Reiki puede ser mucho más libre y menos sistemática. Siendo aconsejable darse una sesión de 10 a 60 minutos todos los días, o al menos dos o tres días a la semana. El Reiki es un camino de desarrollo personal y espiritual, por lo que su práctica periódica y duradera será de gran ayuda, compañía y autoconocimiento a lo largo de nuestra vida. Los chakras Según la perspectiva del hinduismo el cuerpo tiene siete chakras principales, ruedas energéticas u órganos vitales espirituales, que rigen de forman integral las dimensiones física, emocional, mental y espiritual de la persona. Estos chakras se ubican alrededor de la columna vertebral, desde su base, llegando a la parte superior de la cabeza. En Reiki, esta anatomía energética, que no estudiaremos en profundidad, nos ayuda a visualizar un mapa integral del ser humano atendiendo a todas sus dimensiones antes citadas. Pues, pongamos por ejemplo, el órgano del corazón (que se corresponde con el 4º chakra), según esta concepción oriental, integra también los aspectos emocionales superiores como el amor o la compasión. De este modo mientras tratamos un simple dolor físico hay vinculadas emociones relacionadas. Y, viceversa, al tratar aspectos psicológicos es frecuente atisbar nuevas percepciones del cuerpo, mejoras físicas, etc. Es, como apreciamos, un campo de visión más abierto e integral que el de la medicina tradicional occidental. La aplicación del Reiki sobre los chakras efectúa un trabajo energético directo en los mismos, ayudando a regular su equilibrio natural y con ello a facilitar las condiciones más óptimas para el restablecimiento de la salud. Cuando hablamos de salud no sólo nos referimos a la ausencia de enfermedad física. En mi opinión es conveniente aceptar que nuestro cuerpo no es perfecto, que envejece y se deteriora con el tiempo y que, por tanto, ir en pos de un estado de salud física perfecto es un proyecto imposible y poco realista. Sin embargo, la mente, que no está en el cuerpo, que no es materia sujeta al deterioro, rige y da realidad y coherencia a todo lo demás. Y, recordando la máxima de Juvenal, hemos de afirmar que una mente sana equivale a un cuerpo sano. Un estado mental que observa, percibe y siente el mundo equilibradamente estará mucho más protegido frente a las adversidades. Pues, como advierten los hindúes, estas adversidades son creaciones y reflejos de la mente misma. Entendiendo esto, el esquema de los chakras refleja someramente la cuestión y nos abre la puerta a la comprensión de los múltiples niveles energéticos interconectados que conforman al ser humano. Para ver mejor todo esto pasemos a enumerar chakra por chakra y las características principales que engloban. Primer chakra (Básico o raíz) Nombre en sánscrito: Muladhara Glándula: Suprarrenal Localización: Base de la espina dorsal, ano, coxis, esfínter anal, recto, intestino grueso, huesos (estructura ósea), pies y piernas Funciones: Supervivencia, necesidades básicas, vitalidad, instintos, eliminación, seguridad, sensaciones Disfunciones: Inquietud, vértigo/mareos, problemas de huesos, hábitos/adicciones Color: Rojo Sentido asociado: Olfato Elemento: Tierra Segundo chakra (Ombligo o sacro) Nombre en sánscrito: Svadhisthana Glándula: Gónadas Localización: Órganos sexuales, entre el pubis y el ombligo, abdomen, genitales, vejiga, coxis Funciones: Sexualidad, deseo/placer, ego, expansión Disfunciones: Impotencia, próstata, desequilibrio sexual/emocional Color: Naranja Sentido asociado: Gusto Elemento: Agua Tercer chakra (Plexo solar) Nombre en sánscrito: Manipura Glándula: Páncreas Localización: Plexo solar, sistema digestivo, estómago, riñones, hígado, intestino delgado Funciones: Voluntad, fuerza, centro básico emocional , confianza, centro de la energía, acción Disfunciones: Úlceras, gastritis, hipersensiblidad/timidez, baja autoestima, cansancio, diabetes, obesidad, miedo, ira Color: Amarillo Sentido asociado: Vista Elemento: Fuego Cuarto chakra (Cardíaco) Nombre en sánscrito: Anahata Glándula: Timo Localización: Corazón, pulmones, bronquios, manos y brazos Funciones: Amor, Centro emocional, unidad, compasión, sistema inmunológico, respiración pectoral, circulación Disfunciones: Enfermedades cardíacas, hipertensión, dependencia emocional, depresión, estrés Color: Verde Sentido asociado: Tacto Elemento: Aire Quinto chakra (Laríngeo) Nombre en sánscrito: Visudda Glándula: Tiroides Localización: Base del cuello, garganta, cuerdas vocales, boca, lengua, clavícula Funciones: Expresión, comunicación, voz, creatividad Disfunciones: Miedos, afonías, inseguridad, tartamudeo y problemas del habla, dolores de cuello o garganta, autismo, introversión Color: Azul Sentido asociado: Oído Elemento: Éter Sexto chakra (Entrecejo) Nombre en sánscrito: Ajna Glándula: Pituitaria Localización: Entrecejo, ojos, nariz, oídos, cerebro, bulbo raquídeo, cerebelo, lóbulos occipital y temporal Funciones: Percepción, intuición, sabiduría, comprensión, mente, visión Disfunciones: Dolores de cabeza, sistema nervioso central, dificultades de aprendizaje, alucinaciones Color: Índigo Sentido asociado: Sexto sentido Elemento: Luz Séptimo chakra (Corona) Nombre en sánscrito: Sahasrara Glándula: Pineal Localización: Parte superior del cráneo, córtex cerebral, corona (sobre la cabeza) y coronilla, lóbulos frontal y partietal Funciones: Espiritualidad, no-dualidad, iluminación, dicha, trascendencia Disfunciones: Trastornos psíquicos, fobias, manías, depresión, Alzheimer, confusión Color: Blanco, dorado Los chakras están interconectados y en algunos casos comparten las mismas funciones en grados diversos llegando incluso a no ser identificables o concretadas en un solo chakra solamente. Tómese el cuadro anterior de forma orientativa sin olvidar la idea central de que todos ellos forman un conjunto integral e integrado, un organismo complejo funcionando como un todo inseparable. Este cuadro nos sirve a la hora de conocer qué estamos tratando cuando aplicamos Reiki en los diferentes chakras. Sesiones de Reiki Consejos preliminares a las sesiones de Reiki -Un entorno agradable. Una luz tenue, una vela, incienso, música relajante… todo ello ayuda a crear una atmósfera propicia y de bienestar. -Higiene y cuidados. Lavar nuestras manos con agua templada y jabón. Se aconseja que la persona que canalice Reiki no tenga joyas o metales en la muñeca o dedos, tanto para no interferir en la transmisión de energía como por higiene. Si hacemos Reiki a otra persona hemos de cuidar y disponer de los utensilios de trabajo adecuados: camilla, sábanas o rollos de papel de la camilla, almohada, mantas, pañuelos, etc. -Cortesía. Ofrecer un vaso de agua tanto al empezar la sesión como al terminar, es un gesto de cortesía al tiempo que el agua es un potente purificador vibracional. Al final de las sesiones la persona suele sentir frío en ocasiones, debemos ofrecer una manta y, siendo normal que también la persona quede muy relajada, incluso en estado de somnolencia, sugerirle que se quede unos minutos tumbada, algo que también favorece el retorno de la persona a su estado ordinario de vigilia y normalidad. -La posición de las manos. Se aconseja que todos los dedos estén juntos, excepto el pulgar pues tiende a quedarse separado. Lo fundamental es que las manos estén relajadas, que sea una posición cómoda, quedando las manos ligeramente ovaladas, pero siempre tocando el cuerpo, pues, como ya sabemos, en el primer nivel de Reiki la transmisión de la energía requiere del contacto físico. Al cambiar de posición es de suma importancia, con el fin de mantener el flujo de la energía y hacer un cambio brusco en el proceso de la sesión, mover primero una mano hacia la siguiente posición y luego la otra, para así no el contacto con el cuerpo. -Tiempo de las sesiones. Es orientativo. Se recomienda que haya una asignación de un tiempo proporcional entre todas las posiciones. Hay dos excepciones: 1ª. Que estemos más tiempo en una zona concreta pues conocemos que ahí reside exactamente el foco de un dolor, trastorno, enfermedad… 2ª. Que por sentirlo así, sintamos que hemos de estar más tiempo en esa zona. Sesión básica sobre los siete chakras Cuando hablamos de una sesión básica de Reiki nos referimos a la aplicación de las manos en cada chakra, uno por uno y de forma sistemática, con el fin de llevar la energía regularmente por todo el cuerpo. Estaremos de tres a cinco minutos en cada chakra. Cada posición será sobre un chakra, siendo un total de siete posiciones. Este tratamiento puede aplicarse a uno mismo o a otros. Las dos manos sobre el chakra indicado en cada posición. 1ª posición: Sobre la cabeza (7º chakra) 2ª posición: Triángulo de las manos desde la barbilla a la frente, cubriendo los ojos y sin cubrir la nariz. (6º chakra) 3ª posición: sobre cuello y garganta (5º chakra) 4ª posición: sobre el pecho (4º chakra) 5ª posición: sobre el plexo solar, de las costillas al ombligo (3º chakra) 6ª posición: entre ombligo y abdomen (2º chakra) 7ª posición: sobre abdomen y genitales (1º chakra) Como se aprecia, empezamos en el séptimo chakra y terminamos en el primero, haciendo la sesión preferentemente tumbados. De esta forma terminamos la sesión de una forma más cómoda, con los brazos recostados, favoreciendo la relajación. Sesión de equilibrio de chakras Estaremos de cinco a siete minutos en cada chakra. Cada posición será sobre un chakra, siendo un total de siete posiciones. (También puede hacerse un equilibrado rápido, un minuto por posición y dos en la última (4ª), es decir, la sesión duraría 5 minutos). Una mano en cada chakra indicado por posición. Este tratamiento puede aplicarse a uno mismo o a otros. 1ª posición: chakras 7º y 1º 2ª posición: chakras 6º y 2º 3ª posición: chakras 5º y 3º 4ª posición: chakra 4º Esta sesión ayuda significativamente a equilibrar cada chakra y armonizarlos. Como el yin y el yang, equilibramos los opuestos, y tanto los que tienen un exceso de energía como los que tiene una carencia, se retroalimentan e igualan. Sesiones intuitivas Este tipo de sesiones dan total libertad al canalizador. Quiere decir que no hay que seguir un protocolo sistemático de posiciones, sino dejarnos llevar hacia donde las manos y nuestra intuición nos dirijan. Tampoco es importante el tiempo y podremos estar el tiempo que deseemos o sintamos en la zona que tratemos. La sesión puede estar compuesta de tan sólo una posición todo el tiempo que se quiera, o de diez o más posiciones. Como decimos, la libertad es completa para el practicante Reiki. José Manuel Martínez Sánchez Maestro de Reiki Usui
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