Prana Blog
Un blog de José Manuel Martínez Sánchez
Si aprendes a conectar con lo que eres, tendrás el éxito asegurado. El éxito verdadero, el espiritual, no se basa en algún tipo de ganancia material -siempre pasajera- sino en algo permanente y puro, la felicidad. Hoy en día vivimos en un mundo en el que el tiempo marca un ritmo tumultuoso, de prisas y estrés, que apenas deja hueco para lo más importante: tú mismo.
Aprender a conocerte y, sobre todo, a amarte, debería ser una premisa fundamental y prioritaria para esta vida. Para ello has de aprender a conectar contigo mismo, a través de este momento, el ahora, el único momento en la vida para hacer las cosas que verdaderamente pueden hacerse. Cuando logras esa conexión aprenderás algo extraordinario: a estar en ti y a que nada te falte con ello. Es decir, aprenderás a estar en paz, a ser en Plenitud. Esto es la conexión. Unos llaman a esto meditación, conectar con la fuente, con el amor, con la verdad... Lo que sí es cierto es que cuando uno está conectado a ESO, aquello que es causa de todo y que al tiempo es lo que ERES, la felicidad ya está aquí y es una más que clara realidad.
Lo que hace posible esta conexión se llama Conciencia. En realidad no has de hacer nada para estar conectado. Desde que naces y tu corazón late ya eres uno con el Todo. La Conciencia es el lugar donde estás ahora. Ser consciente de la Conciencia es lo que hace que tu vida se desarrolle en su verdadero potencial. Ya que esa conciencia o comprensión equivale a reconocerte como el origen primordial: el amor, la energía universal, la fuente de la vida y la vida misma teniendo lugar. Cuando uno se da cuenta de que es Espíritu y de que no está separado de nada (sentirse separado es la ilusión del ego), uno está completamente conectado. Desde ese momento uno ya sabe y se reconoce como un ser espiritual, y no sólo como un cuerpo. No se ve como un cuerpo teniendo una experiencia espiritual, sino como un espíritu teniendo una experiencia corporal. La diferencia entre la materia y el espíritu se puede ejemplificar del siguiente modo. Si yo tengo veinte monedas de oro y alguien me pide quince y se las doy, me quedaré entonces con cinco monedas. La materia, sin duda, es un recurso limitado e impermanente. Tan pronto está, como desaparece. Pero –sin embargo- si yo entrego a alguien TODO mi amor y mi sabiduría, me seguiré quedando con TODO mi amor y mi sabiduría. Eso es lo que somos realmente. Lo que somos es lo que siempre permanece completo y tal cual ES. Si quieres reconocer lo que eres, ve en ti aquello que es eterno, infinito, inagotable... Ese es tu ser espiritual. Conecta con él, toma consciencia de ello, y sé feliz. Vídeo del texto “La conexión”, con música y fotos:
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